Hombre de Tel Aviv
Jaim Najman Bialik
Ya en 1932 vaticinó el poeta nacional la desproporción de Tel Aviv.
En breve se llevará a cabo una exposición donde será revelado un singular artículo escrito por J.N Bialik en el cual se mencionan graves advertencias: esta ciudad en vías de progreso carece de jardines, posee pocos árboles, sus costas están abandonadas y sus calles no presentan un estado agradable.
De ninguna manera se debe dejar la ciudad como está hoy día expresó.
El diario Tel Aviv transcribe textualmente la profecía en su forma original.
14/1/2000
Por: Yair Jasón
¿Cómo pudo anticipar Bialik, hace 70 años, que la Tel Aviv del año 2000 se vería desfigurada, fea, abandonada, falta de personalidad y peligrosa para sus habitantes?.
En la exposición que próximamente será presentada en la casa de Bialik, en Tel Aviv, será revelado un artículo escrito por el poeta nacional en 1932, donde advierte sobre la forma endeble en la cual se construye Tel Aviv y sobre las “desgracias arquitectónicas” que le esperan.
“De ninguna manera la ciudad debe quedar como se la ve hoy en día”. “Percibo, simplemente, una gran desgracia en el futuro próximo de esta ciudad”. Expresó con enfado.
El artículo” Qué hacer para mejorar a Tel Aviv” fue publicado en un portavoz de la municipalidad denominado “Las noticias de la municipalidad de Tel Aviv”.
Recordemos que Bialik llegó a Israel en 1924 y vivió allí hasta su muerte en 1934.
Aquellos que llegaron a Tel Aviv, en sus comienzos, no divisaron que la misma debía ser construida rápidamente y que con el correr de los años se acoplarían muchos vecindarios que conformarían otra ciudad.
Es por eso que no se realizó un proyecto integral anticipado.
Fue así que la ciudad la fueron construyendo grupos aislados, vecindario a vecindario.
Las calles están trazadas en forma curva, de aquí los inconvenientes que presenta la ciudad.
No hay calzadas rectilíneas y largas, a través de las cuales se aprecie la belleza de la ciudad y en especial la vista del mar.
Fue un gran error de los primeros constructores que no poseían suficientes recursos para adquirir grandes predios de una sola vez. Sin embargo, no debemos culparlos pues debemos tener en cuenta la premura de las circunstancias históricas de este emprendimiento lo cual no permitió prever la gran dimensión que adquiriría Tel Aviv..
¿Pero de qué quejarnos?
En el proyecto plasmado a posteriori existe el lugar para introducir intencionalidad y finalidad. Asimismo dentro de las áreas y los límites de la Tel Aviv real, se hubieran podido ejecutar mejoras con mayor gusto.
De las mejoras se deberá ocupar con esmero y cuidado un equipo de expertos compuesto por albañiles y artistas lo cual redundará en beneficio de la ciudad.
Valió la pena, incluso, sacrificar víctimas en el presente en favor de un futuro cercano y lejano de Tel Aviv.
No hay duda que la ampliación de Tel Aviv se concebirá, de ahora en adelante, con un tempo más rápido. Y es posible que con un criterio superior al usado hasta ahora.
Es necesario sopesar la pérdida de ahora frente a la recompensa futura y efectuar, inmediatamente, numerosas correcciones si bien éstas ocasionaren gastos.
Avisto, simplemente, una gran adversidad en la futura ciudad si no se preocuparán pronto en introducir espacios verdes, plazas, dentro de lo ya construido.
Con el fin de concretar lo antes mencionado convendría confiscar espacios desocupados.
De ninguna manera se puede dejar a la ciudad como se la ve hoy día, sin suficientes jardines.
Es imposible que los fatigados peatones no encuentren, a lo largo de la ciudad, lugares de tranquilidad y sosiego.
Es imposible, además, que las criaturas deambulen y correteen por las calles entre los automóviles y los carros a merced del polvo y del peligro de accidentes, por falta de lugares de esparcimiento.
De igual forma hay que tener en cuenta la mala impresión que causa la falta de espacios verdes en los turistas y en nuestros propios visitantes ya que la primera emoción que uno recibe en una ciudad está relacionada con sus parques y con la cantidad de espacios verdes que posee.
Sin dejar de lado el aspecto higiénico pues los árboles y la vegetación en general, purifican el aire, especialmente si se pretende convertir a Tel Aviv en una ciudad sanadora (marpé)
Inmediatamente y sin postergación alguna hay que avocarse a arreglar el parque central, “Gan Meir”
Mi temor es que por tanta postergación la tierra destinada a esto sea ocupada por edificios en lugar de árboles.
Un gran error cometerá el ayuntamiento si reduce el terreno de este parque. Creo yo que deben ampliar lo máximo posible los límites del mismo ya que en un futuro próximo lo veremos pequeño frente al aumento de la población local. En general debe esmerarse en incrementar la municipalidad la cantidad de árboles en la ciudad.
Todos saben que la fama de la ciudad de Odesa llamada “la bella del sur” se debía a sus numerosas avenidas y cuantiosas arboledas. Dicho sea de paso, con relación a la ambición de convertir a Tel A viv en una ciudad con beneficios curativos,”marpe” hay que, por supuesto, mejorar la costa pues su fealdad se evidencia en sus deteriorados edificios
A mi entender hay que sacar edificios y balnearios, incluso se deben alejar los barrios de Rosenfeld y comenzar a ocuparse seriamente en mejorar la costa que debe ser ampliada y arreglada ciñéndose a normas europeas.
La mejora de la ciudad debe de ser muy cuidadosa y tener en cuenta la arquitectura existente.
Los barrios no poseen rasgos característicos, en todas las calles hay mixtura de estilos.
No es mi intención privar de la libertad a los arquitectos e imponerles planificaciones estándares, pero la libertad tiene un límite y el arquitecto deberá tener en cuenta como se verá la calle al final del trabajo.
Convendrá abrir bien los ojos frente a las casas y sus diferentes estilos e intentar proximar las diferentes formas para no arruinar la armonía general de la calle.
En todas las ciudades bien trazadas se cuida mantener y preservar la fisonomía arquitectónica respectiva.
Al parecer hay limitaciones y esta prohibido llenar todo el terreno con edificaciones, pero por lo visto, no siempre, esto es tomado en cuenta. Especialmente en lugares centrales en donde el valor de la tierra es muy elevado.
Se deben, entonces, dictar regulaciones que eviten la construcción completa de los predios y dejar espacios al los lados de las calles con el fin de plantar árboles en especial en las calles angostas.
Otra sugerencia par mejorar nuestra calidad de vida, podría ser, colocar bloques de cemento o construir banquinas de pavimento en la franjas de arena que se encuentran a ambos lados de la ruta en algunas calles.
Otro punto de atención en cuanto a la estética de la ciudad, son las vidrieras insulsas en las arterias comerciales.
Sería conveniente que la municipalidad hiciera esta observación a los responsables de dichos locales. La primera impresión al ver los escaparates es la de estar viendo una pequeña aldea de Polonia con la correspondiente falta de gusto de sus los empleados que colocan dentro de las mismas un cúmulo de mercancías sin ningún sentido de la estética.
Se podría observar el gusto especial con el que están arregladas las vitrinas de los comercios en otras ciudades cosmopolitas con atractivo no exento de arte
Habría más por hacer para mejorar la ciudad, pero se podría decir que éstas son algunas de las líneas principales y más importantes.
No hay que confiar el mejoramiento de la ciudad a voluntarios.
La municipalidad debería tomar la iniciativa en sus manos y convocar a idóneos en cada área primero y luego permitir que dichos voluntarios hicieran lo propio.
En las semanas venideras se abrirán exposiciones de arte en la casa de Bialik, relacionadas con en el artículo mencionado al comienzo, en el cual remarca la falta de parquización de Tel Aviv.
Es la intención de los organizadores, no admitir las obras de los artistas que excluyan el tema del artículo del poeta israelí en sus creaciones. La creadora de la exposición y presidenta de la organización de consejos de la ciudad, Misal Barzel Cohen, expresa que la decisión de incorporar a Bialik a la lucha, o por el contrario, la decisión de incorporarse a la lucha del poeta de hace setenta años con el objetivo de mejorar la ciudad, surge porque los problemas existentes hoy en la ciudad, de hecho, estaban ya antes.
Los artistas considerarán directamente el tema o elegirán una creación previa que se relacione con su propio clamor en relación al tema del verde en Tel Aviv.
Jonatan Dobosrasky, director de la casa de Bialik en Tel Aviv expresó:
A través del artículo se puede conocer a Bialik, no sólo como un poeta recluido en su casa sino como una persona que piensa a la cultura en toda su extensión, lo cual también incluye a la calle con su aspecto y su comportamiento.
Cabe agregar que sólo hace un par de años existió un programa que pretendía convertir el Gan Meir en un estacionamiento y el artículo de Bialik en el cual se habla de la necesidad de atender y preservar el jardín muestra hasta donde las cosas aún son actuales.
Traducción Lic Belkis Rogovsky