Levadi
Todos fueron llevados por el viento,
todos fueron arrastrados por la luz,
una nueva canción alegró las mañanas de sus vidas,
y yo, un tierno pichón, me olvidé del corazón
debajo de las alas de la Providencia.
Solo, solo me quedé, y también la Providencia.
Su ala derecha rota sobre mi cabeza tembló.
Ya fue expulsada de todos los rincones, sólo un
rincón secreto, desolado y pequeño quedó,
el Beit Hamidrash, y se escondió en la sombra, y permanecí
con ella en el dolor.
Y cuando mi corazón ansió la ventana, la luz, y cuando el lugar debajo de su ala me resultó estrecho escondió su cabeza en mi hombro, y su lágrima sobre una hoja de mi Guemará goteó.
Silenciosamente lloró sobre mi y se abrazó a mi, y como si me protegiera con su ala rota:
y como si me protegiera con su ala rota:
todos fueron llevados por el viento, todos levantaron vuelo,
y solo, solo me quedé.
Y como la culminación de un lamento muy antiguo,
y como una plegaria, un pedido y un miedo… al mismo tiempo.
Escuché mi sido su silencioso llanto
y su lagrima indignada.
Traducción por Belkis Rogovsky