Jaim Najman Bialik

Lanzó al viento mis suspiros
y las lágrimas de mis ojos embeben las arenas.
¡Oh viento, si encontraras a mi hermano,
dile que yo no soy más que un tizón humeante!

Dile aún:- En mí había brotado una fuente de luz,
pero luego fue secándose gota a gota;
en mi corazón se había encendido una llama,
pero sus ascuas se fueron apagando.

Y ahora mi fuente es como una llaga
que gotea y supura de vez en cuando,
mientras mi corazón humea aún en secreto,
cubierto de cenizas y de sangre.