Del hado no recibí la luz
Del hado no recibí la luz
ni me llegó por herencia paterna,
sino que es de mi propio pedernal que la he suscitado
y de mi mismo corazón que la he arrancado.
En el pedernal de mi corazón tengo oculta una chispa;
es una chispa humilde, pero toda ella me pertenece;
a nadie le pedí prestada, ni la robé a nadie,
porque de mí procede y en mí reside.
A la hora en que el martillo de mis graves congojas
golpea mi corazón, el pedernal de mi fuerza,
entonces sale la chispa y salta hacia mis ojos
y de mis ojos salta a mis versos.
y de mies versos vuela hacia vuestro corazón,
alumbra las luces de vuestros fuegos y luego desaparece;
de este modo, con mi carne y mi sangre
yo alimento tal incendio.
Poesías de Jaim .N. Bialik
Traducción de José M. Millas y Vallicrosa
Sociedad Hebraica Argentina
Buenos Aires 1953