Acógeme bajo tus alas
Acógeme bajo tus alas,
sé para mí una madre, una hermana,
sea tu regazo refugio para mi cabeza,
nido de mis plegarias postergadas.
Y en la hora del consuela, al crepúsculo,
te descubriré el secreto de mi sufrimiento;
dicen que en el mundo existe la juventud.
¿Dónde está la mía?
Y otro secreto te confiaré:
mi alma se abrasa en llamas;
dicen que en el mundo existe el amor
¿Dónde está el mío?
Las estrellas me engañaron,
tuve un sueño -también él se desvaneció;
ahora no me queda nada en el mundo –
nada de nada.
Acógeme bajo tus alas,
sé para mí una madre, una hermana,
sea tu regazo refugio para mi cabeza,
nido de mis plegarias postergadas.
(Extraída de: Comey, Arie (compilador y traductor), Poesía Hebrea
Moderna, Jerusalem, La Semana Publicaciones Ltda., 1987)